Primera media del año, me valdría como tirada larga de cara a Tokio, mi pareja y yo echaríamos el finde en Castellón para a la vez marcarnos el que sería nuestro primer viaje del año. Llegamos el viernes 26 a eso de las 20:00, el hotel estaba muy cerca de la línea de salida y llegada en el parque Ribalta, lo cual me vendría bien para volver después de la carrera, salimos a cenar dimos una vuelta y a dormir que mañana nos esperaba un día largo.
Sábado 27 de enero
Castellón de la Plana como tal no tiene mucho de turístico así que decidimos pasar este día en Peñiscola, lugar que no conocía pero mi pareja si, era la espinita que tenía clavada porque mucha gente me habló de este lugar como uno de los mejores sitios de la Comunidad Valenciana con lo cual hoy era el día perfecto para salir de dudas. Antes de ir a Peñiscola, pasé a recoger el dorsal en un concesionario Hyundai a la afueras de Castellón, no hubo casi cola con lo cual la recogida fue rápida, acababan de abrir hace poco. La bolsa del corredor y el trato que dieron fue muy bueno.
Llegamos a eso de las 11.30 a Peñiscola y echamos el día entero allí, el sitio era bastante bonito, tenía encanto de pueblo mediterráneo, y se veía bastante rápido porque a fin de cuentas es solo la zona amurallada, puedes pasearla con calma que así es como se disfruta más. Solo me faltaba verla en verano que ganaría un poco más, en pleno enero el sitio era calmado. Volvimos a Castellón a eso de las 20:00, bajamos a cenar y a la habitación que estaba cansado, había sido un día intenso y mañana tocaba carrera.
Me levanté bien descansado aunque me costase conciliar el sueño, las sensaciones que tenía eran buenas: el tiempo era agradable, no era una carrera masificada y el recorrido era llano. Con estas condiciones estaba más que claro que era una carrera para buscar marca, la carrera empezaría a las 10 yo me dispuse en línea de salida a 10 min de dar comienzo en mi cajón de salida, entre el globo de 1:50 y el de 1:55. Serían dos vueltas a un circuito de 10 km, puede parecer algo tostón pero es que Castellón tampoco tenía mucho para recorrer, no sé como lo hacen cuando se celebra la maratón, he visto un poco por encima el recorrido y es la carrera con más idas y vueltas "tontos".
En el momento en el que da el pistoletazo de salida, tardo un minuto en cruzar la línea, el primer kilómetro fue el más agobiante porque la calle era estrecha y salimos muy juntos, a partir de aquí ya no hubo problemas de agobio. Los primeros kilómetros nos llevan por una zona residencial ajardinada por el norte de Castellón, bajaríamos de nuevo y volveríamos a subir para girar a la izquierda e ir directamente al centro, estos 5 primeros kilómetros son totalmente llanos y cómodos pero muy poco vistosos. El kilómetro 5 al 7 para mi fue el mejor con diferencia pasabas por el centro y te animaba mucha gente, el subidón era considerable no me esperaba esa entrega y animación, para no ser una de las carreras más señaladas de España en lo que a running se refiere ya superaba a muchas medias y maratones de ámbito nacional.
El kilómetro 7 al 10 era bastante aburrido corrías por avenidas largas y sin nada a ambos lados más allá de edificios y alguna nave. Aquí sentí una pequeña molestia en la planta del pie izquierda pero se quedo en un susto y continué sin problemas. Del kilómetro 10 en adelante me vengo arriba y subo velocidad, viendo como era el circuito y sabiendo a lo que me enfrentaba me permito ir más rápido, a la altura del kilómetro 12 cojo a la liebre de 1:50 y la paso, en este momento me vengo arriba y el ritmo es muy bueno. Todo pintaba muy bien pero claro, el sol apretaba más y yo me motive demasiado, tanto que a la altura del kilómetro 16 me volvió a coger la liebre de 1:50, a partir del kilómetro 15 baje la velocidad sin darme cuenta, había desgastado las piernas a lo tonto, ni los ánimos de la gente que había por el centro me daba fuerzas.
Del kilómetro 17 al 20 se me hizo un tramo bastante pesado si esta parte era bastante aburrida, ya pues con pesadez en las piernas imaginad... pero es que claro a estas alturas no lo íbamos a dejar, ya perdí de vista a la liebre de 1:50. Llegué al kilómetro 20 y a partir de ahí ya fue aumentar velocidad lo que pude para doblar a la derecha entrar en el Parque Ribalta y cruzar la línea de llegada con un 1:52:00, en neto 1:51:00, lo cierto es que me hubiese gustado bajar de 1:50:00 pero no se dio mal, había terminado y no me supuso una factura grave.
Fuimos al hotel, recogimos y para Madrid de vuelta, un poco después de salir de la habitación tuvimos una situación desagradable resulta que en la habitación de al lado había otro corredor y su acompañante la cual estaba pegando voces de forma desesperada pidiendo una ambulancia porque el corredor había salido de la ducha y estaba inconsciente, ya estaban allí las señoras de la limpieza ayudando y avisamos en recepción de que había un desmayo en nuestra planta del hotel.
Más tarde nos enteramos de que un corredor había fallecido en la prueba por parada cardiorrespiratoria que se había desmayado después de salir de la ducha, todo apuntaba a que era la persona que estaba en la habitación de al lado, era la primera vez que estaba tan cerca de alguien que había fallecido en este tipo de pruebas, se pueden juntar varios factores a la hora de poder fallecer uno de ellos es llevar un ritmo de carrera inadecuado, por lo que me pude enterar esta persona llevaba un ritmo muy irregular y brusco, por ello es importante saber controlar los ritmos, agradecí no forzar excesivamente cuando mis piernas ya no podían.
Pasado este mal trago la vuelta a Madrid fue muy tranquila, esta era la penúltima carrera antes de Tokio, la última sería en dos semanas en Fuencarral-El Pardo.