Este iba a ser el gran reto de 2021, no pudo serlo en el 2020, pero este año iba a ser porque lo bueno se hace esperar. Ahí estaba mi segunda major, esperándome a que la realizase, este viaje lo haría con un amigo con lo cual no sentiría esa soledad que si tuve en Chicago, a parte de que Berlín está más cerca de casa con lo cual no tienes sensación de lejanía. Fui con el mismo tour operador que a Chicago, me parecieron muy competentes y profesionales con lo cual deseaba repetir con ellos. A esta carrera no fui con buenas sensaciones a pesar de que era llana y eso debería de tranquilizarme, tuve un verano difícil con mucho calor lo cual no me permitió entrenar todo lo que hubiese podido, fallo mío por no hacer los deberes pero la suerte estaba echada.
Viernes 24 de septiembre
Nuestro vuelo de Ryanair saldría a las 19:00 de la Terminal 1 de Barajas, el viaje sería corto: 2 horas y media, después sería coger el U- Bahn para llegar a Friedrichstraße station desde el aeropuerto de Brandenburgo, el hotel estaba situado a escasos 5 minutos de la estación, con lo cual fue muy cómodo. El metro de Berlín es muy bueno y eficiente y es la mejor opción para moverse, no hay tornos para pasar el billete ahí puedes entrar y salir de los trenes como si nada. Los alemanes suelen ser disciplinados cogen su billete y lo llevan en todo momento, aunque no se lo pidan después, cosa que aquí en España sería imposible no tenemos tanta responsabilidad ciudadana.
Al llegar nos estaban esperando los de la organización para ayudarnos con el check in, eran ya las 23:00 cuando llegamos a la habitación y dejamos el equipaje. Salimos a cenar a un kebap que estaban casi siempre abiertos, Berlín tiene una población turca bastante grande y por el tipo de comida turca que hay por allí se nota. Los kebap en Berlín a parte de baratos son enormes, por 5 euros tienes bocatas de kebap que tienes que coger casi con ambas manos y coronados con 3 tipo de verduras distintas que hace que tengan muy buena pinta, cuando vuelva a España no volveré a ver estos sitios de la misma forma. Después de cenar abundantemente fuimos a tomar una copa, estábamos cerca del lugar de marcha y aprovechamos, eso sí una y a dormir. Que ya lo celebraríamos el domingo.
Sábado 25 de septiembre
Nos levantamos con calma, hoy íbamos a recoger el dorsal y después a pasear por Berlín haciendo un poco de turismo. En el desayuno me crucé con varias personas que conocí en Chicago estuve conversando con todos ellos sobre nuestras aventuras, sensaciones y logros, también conocí a un chico de Alicante muy majo. Habíamos quedado todos para recoger el dorsal después de desayunar, tomaríamos la parada de metro más cercana que nos llevaría al punto de recogida: Tempelhofer Feld un antiguo aeropuerto que actualmente hace de parque público. Antes de entrar en la feria había una cola muy larga en la que había que presentar certificado de vacunación Covid, en caso de no tener vacuna había que ponerse en otra cola para someterse a una prueba PCR. Delante de nosotros estaba una chica la cual conocí también en Chicago aunque fue de lejos, me costó algo acordarme de ella. Para entrar en la feria y poder recoger tu dorsal te tienen que poner una pulsera termosellada a la vez que presentas certificado de vacunación junto con pasaporte/DNI, el papeleo aquí era como en Chicago un quebradero de cabeza.
Mi paso por la Feria
Al entrar en la feria, desde el principio ya se notaba el ambiente de una major, había tres naves en las que se celebraba la feria: una de partners y sponsors en la cual se vendían varios productos relacionados con el running a parte de una cafetería, en la siguiente nave era de artículos relacionados con la maratón de Berlín merchandising puro y duro y en la última solo podían pasar los corredores a recoger el dorsal junto con la bolsa del corredor. Primero a recoger el dorsal con la bolsa y luego veríamos la feria, esta vez quise comprar merchandising pero el precio no lo considere asumible así que pasé. Vimos el resto de la feria, compré geles y algún snack para mañana, tomamos una cerveza en la cafetería y a lo tonto se nos fueron casi 2 horas allí. Después volveríamos al hotel esta vez caminado, pasamos por algún que otro punto reseñable como Checkpoint Charlie, al llegar al hotel y dejar nuestros dorsales salimos a comer a un italiano cercano al hotel era muy importante cargarse bien de carbohidratos. Después de terminar de comer fuimos a ver el Muro de Berlín más en concreto el Beso, este famoso grafiti no pude verlo la última vez que estuve en Berlín y esta vez no se me iba a escapar. Por el camino pudimos ver parte del recorrido de la carrera de mañana y a su vez el Berlín comunista antes de la caída del muro, por la tipología de los edificios parecía que habías entrado en otra ciudad. Después de ver el muro y el Beso, de vuelta vimos la Catedral de Berlín de noche la cual ganaba mucho más que de día. La verdad es que aunque ande bastante no fue como en Roma, tampoco es recomendable lo que hice pero ya que estábamos aquí...
Teníamos cena en el hotel, únicamente servían pasta, es muy común las Pasta Party el día previo de la maratón para coger una buena carga de carbohidratos para mañana. Después de cenar fuimos a la habitación, prepare todo de cara a mañana y a dormir pronto que mañana tocaba madrugón. Seguía teniendo un mala sensación y no me dejó dormir adecuadamente.
Domingo 26 de septiembre
Llegó el gran día, el día D, y como no lo empecé de la peor de las maneras sin haber pegado ojo en toda la noche, tenía los nervios a flor de piel y por si fuera poco la previsión meteorológica no era favorable: daban 24 grados a eso de las 10:30 de la mañana. Se preveía un día duro y encima no iba con la preparación acorde, iba a sufrir de lo lindo...
Al despertarme me visto, pero no me pongo todo aun tenía que desayunar y hacer una visita al baño. En el desayuno veo que solo está el chico de Alicante que conocí ayer, me dijo que el tampoco pudo pegar ojo y se tuvo que levantar cada hora a lo largo de la noche. A medida que pasaba el tiempo fueron llegando el resto de corredores, comentábamos nuestro nerviosismo ya que se preveía día difícil por el calor. Al terminar de desayunar volví a la habitación, últimos preparativos y visita al baño. Me despido de mi colega y acordamos vernos en un punto determinado al terminar la carrera.
Quedé abajo con el resto de corredores para ir a la línea de salida, el hotel estaba a 500 metros de la línea de llegada y salida. Tardamos 10 min en llegar, nos hicimos las fotos de grupo reglamentarias, nos deseamos suerte y para dentro fuimos. En este momento buscar el cajón de salida no fue excesivamente difícil, lo impresionante aquí fue ver toda la avenida que daba a la Puerta de Brandeburgo llena de gente, no se veía el final ni tampoco el principio, fue una sensación impresionante. Tuve que estar esperando 40 minutos hasta que salí por el arco de salida, hay tantísima gente que la salida se hace lenta y tediosa, además los élite salen en posición privilegiada la maratón de Berlín es conocida porque aquí se han batido varios records mundiales el último de Eliud Kipchoge con una marca de 2:01:39 en el 2018. En esta edición entre el Covid que echó para atrás a muchos grandes atletas y las condiciones meteorológicas, no se esperaban nuevos records.
Cuando salí mis sensaciones eran de alivio, ya estaba haciendo la maratón y eso me aliviaba la espera había terminado. Primero pasamos Tiergaten, 2 kilómetros más adelante giramos a la derecha y continuamos por una especie de bulevar, indicar que aquí el calor apretaba y procurábamos ir por la sombra, lo peor es que era calor húmedo. Los primeros 5 kilómetros los hago sin mucha dificultad, los siguientes 3 kilómetros para mi serían los menos llanos de la carrera pero no por ello difíciles, a la altura del 7 pasamos al lado del Bundestag. Del 7 al 10 pasamos por Mitte, después llegamos a una zona de largas avenida que confluían en una rotonda 1 kilómetro-rotonda, un kilómetro-rotonda, un kilómetro-rotonda así hasta 3 veces, el circuito llano en todo momento pero el calor apretaba. Cuando quise darme cuenta entre tanta avenida y rotonda ya estaba en el kilómetro 16. después giro y a encarar los siguientes 5 kilómetros hasta llegar a la media. Estos 5 kilómetros pasarían por Kreuzberg, el barrio alternativo de Berlín, no pude disfrutar del ambiente de la maratón, estaba concentrado en la carrera. Llegué a la media maratón y aquí donde "solo" me quedaba la mitad me dio el bajón, no sé si fue el calor o la angustia pero mi mente me estaba jugando una mala pasada, me empezó a pasar factura todas mis malas sensaciones: las de falta de entrenamiento, las de desmotivación y las de nerviosismo. Llegué al kilómetro 22 al ritmo que hice los anteriores pero a partir de ahí mi ritmo cayó drásticamente. Calculo que a casi 6 min /km, antes iría a 5:25 min/km, me estaba cagando en todo me vine tan abajo que me dije ¿cómo se te ocurre meterte en este berenjenal? pero lo que se empieza se termina así que ello iba, me dividí lo que quedaba de la carrera en parciales para que no me pesase tanto psicológicamente, mi objetivo llegar al 25. Atravesé largas avenidas llanas en todo momento, siempre mirando al frente. Cuando llegué al 25 de ahí al 30 alternando correr con andar. Atravesé Steglitz, la cual resultó ser el area más animada con diferencia, a mi alrededor a todos los corredores les estaba pasando factura la maratón más que nada por el calor el cual nadie se lo esperaba, al llegar al kilómetro 30 el sol llegó a su punto álgido. Los últimos 12 kilómetros se convirtieron en una pesadilla, solo pensaba en terminar a estas alturas estaba más andando que corriendo, el calor era insoportable peor que Roma, la animación era bastante buena en estos últimos 12 kilómetros. Recorrí una avenida larga que pasaba al lado de Charlottenburg y entraba en una zona que era Berlín moderno, por el tipo de zona sabía que me estaba acercando a meta, la animación y el hecho de estar llegando me animo un poco y me puse a correr cuando podía así durante casi 7 kilómetros. Hubo un momento en el que una pareja de corredores me animó a que les siguiese el ritmo, así pudo ser durante 500 metros no pude seguirles el ritmo y les dije que siguiesen sin mi. Los últimos 5 kilómetros eran muy llanos y animados no pude hacerlos corriendo porque ya las piernas me pesaban demasiado, mi ritmo debía de ser nefasto: 6:55 min/km, vamos que iba caminado rápido. Cuando llego al kilómetro 41 y giro a la izquierda viendo la Puerta de Brandenburgo al final, una sensación extraña se apodera de mi... salen fuerzas de donde no sé muy bien y de pronto corro como lo hice al principio sin perder la vista en la puerta, paso a corredores, me acerco a la puerta y la paso en un momento en el que no había nadie a mi alrededor, es una sensación que merecía la pena vivir: pasar tu solo la Puerta de Brandenburgo para ahí mismo encarar los 195 metros finales a ritmo de Born to Run de Bruce Springsteen (música que resonaba en mi cabeza).El paso por la meta lo realicé solo sin nadie alrededor lo cual le dio mucha más motivación, cuando paso la meta siento una grandísima sensación de alivio, después solo me quedaba coger le medalla, avituallamiento y a reencontrarme con mi colega Cuando nos encontramos nos fundimos en una abrazo de esos para recordar, porque terminar una maratón y abrazarse es una sensación única. Después toca recuperar aire y volver al hotel, se me hicieron larguísimos los 500 metros de vuelta al hotel e iba MUY cansado. En definitiva no fue una carrera dura de hecho me dio rabia porque era llana y asequible el no ir preparado ni física ni mentalmente unido al calor húmedo me había pasado factura. Al llegar a la habitación a la cama, intentar dormir, después ducha y salimos a comer a un kebap cercano siempre están abiertos con cual ni tan mal, eran las 5 de la tarde, llegué a meta a las 14:15 más o menos, el tiempo neto en carrera fue de 4:45:32, bastante nefasto pero la termine que era lo importante y bajo las peores condiciones. Después de comer nos disponemos a dar otra vuelta turística y nos acercamos a ver el Fernsehturm y Alexanderplatz, tomamos una cerveza por los alrededores.
Al volver al hotel estaban todos de celebración, era una noche de celebrar, la euforia era contagiosa con lo cual me dejé llevar. Brindamos con cava y salimos a tomarnos otra cerveza, aunque estuviese muy cansado el ambiente festivo me contagio, ellos querían seguir de fiesta por allí pero yo no me encontraba en condiciones para salir así que a la habitación que lo que más necesitaba era dormir, a descansar que me lo había ganado.
Mi segunda major realizada
Lunes 27 de septiembre
Nos levantamos e eso de las 9:30, habría dormido casi 10 horas, las cuales necesitaba desayunamos en el buffet del hotel abundantemente y salimos a dar una última vuelta por los alrededores de la Puerta de Brandenburgo para ver el Monumento al Holocausto. Después nos sentamos en una banco y estuvimos charlando, mientras veía la Puerta de Brandenburgo algo que ya he convertido en un clásico en mis viajes a majors, sentarse y ver tranquilamente la ciudad después de haber realizado el maratón.
Volvimos al hotel para recoger el equipaje, hicimos check out y fuimos a la estación Friedrichstraße para de ahí ir al aeropuerto. Mientras estaba en la cola de seguridad me volví a ver con el chico de Alicante el cual tenía su medalla colgando, le comenté que haría la medio maratón Alicante-Santa Pola a mediados de Noviembre, el no iba a la misma así que nada. Nos despedimos sin saber cuando la vida nos volvería a cruzar.
Comimos, esperamos y tomamos el vuelo de Ryanair dirección Madrid. En este momento dos cosas pasaba por mi mente: tenía que tomarme la maratón de otra manera para que no se repitiesen situaciones como esta y por otro lado MUY contento con la experiencia vivida. Aun quedaban dos carreras para terminar este 2021. Seguimos💪
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