¿Qué me trajo a esta ciudad de centroeuropa? La verdad que fueron varias cosas las que me motivaron. la primera que era esa espinita que tenía clavada ya que era de las pocas ciudades europeas que se me escapaba y nunca pude visitar por x motivos, el estilo bohemio con toques medievales que tenía era sumamente atractivo , la segunda que me sentía fuerte y quería seguir mi racha maratoniana (dicha racha era del 2020 pero se cortó por los acontecimientos que ya sabréis) Praga era un buen lugar porque era un circuito llano ,pero NO rápido debido a sus incontables curvas y algún que otro repecho que te frenaba.
Esta maratón estaba prevista para el 2020, para el 2021 tampoco se pudo hacer así que después de mucho trajín y correos trasladé mi inscripción al 2022. Mi racha se había cortado y el fantasma de Berlín me seguía atosigando era una maratón que sufrí bastante sobre todo por el calor, cruce dedos para que en Praga no se repitiese la mala suerte del tiempo pero ya se sabe que esto es lanzar una moneda al aire, el tiempo que te toca es el que te toca, no puedes hacer nada.
Este viaje lo realizaría en familia, mis padres tenían muchas ganas de ver Praga ya estuvieron una vez y querían volver. Salimos el día 6 de Mayo de tarde a eso de las 16:00, el avión saldría de Barajas de la terminal 1 íbamos con una compañía checa que me resultó ser muy eficiente y donde la mascarilla no era obligatoria, en transportes lo seguía siendo al menos bajo la jurisdicción española, en República Checa ya no era obligatoria. Al llegar nos dirigimos en taxi al centro de Praga, el aeropuerto resulta estar lejos de la ciudad, a unos 25 kilómetros calculo, el hotel estaba situado a escasos metros de la zona de salida y llegada así que ningún problema en ese aspecto. Salimos por el centro de la ciudad a ver la zona, ya tenían en el centro montado el arco de salida/meta de la maratón en la Plaza de la ciudad Vieja. Nos dirigimos al Puente Carlos el cual era el punto más emblemático de la ciudad, cruzamos al otro lado y cenamos en un pintoresco y acogedor restaurante checo el cual tenía una iluminación perfecta para hacerlo acogedor. Después volvimos al hotel para dormir, era importante descansar bien porque mañana sería un día largo.
Sábado 7 de Mayo
Nos despertamos tranquilamente, desayunamos, nos vestimos y antes de nada nos dirigimos a por el dorsal la zona donde lo entregaban no estaba exageradamente lejos pero tampoco era motivo de darse caminatas y menos el día antes de la maratón, no quería repetir lo sucedido en Roma. Fuimos en metro desde la estación de Staroměstská hasta Vyšehrad, el metro resultó ser vistoso para mi gusto sin llegar a la grandiosidad del de Moscú. La feria para repartir los dorsales era muy modesta, tenía entendido que el lugar donde se repartían normalmente estaba en obras y el Palacio de Congresos hacía de sustituto. Solo había stands de algún patrocinador y la mesas de reparto, todo muy simple. La recogida del dorsal fue rápida eso sí.
A por la sexta
Después tocaba ver Praga era una pena no poder ver esta prometedora ciudad en el poco tiempo que disponíamos vimos el Castillo de Praga que bien te podría llevar una mañana, después a comer y acto seguido al hotel a descansar bien era importante descansar. De tarde saldríamos a dar una vuelta para ver cosas que se nos habían pasado: el cementerio Judío o la Torre de la Pólvora. También echamos parte de la tarde en un museo que lamenté haber entrado, era el museo comunista de Praga me interesaba su pasado comunista ya que durante un tiempo fue un estado satélite de la propia URSS. No tenía gran cosa y la entrada costaba lo suyo, no os recomiendo nada la visita de este museo ubicado en Namesty Republiki muy cerca de la Torre de la Pólvora. Después de esta infructuosa visita cenamos en la Plaza Vieja, dimos un paseo admirando Praga de noche y nos fuimos a dormir, mañana era el gran día, no sin antes dejarlo todo preparado para mañana.
De turisteo por Praga
Domingo 8 de Mayo
Llegó el día, mi sexta maratón me estaba esperando, el día amaneció soleado y con el cielo completamente despejado allí a las 8 de la mañana el sol estaba bien alto como si aquí fuesen las 12, se preveía carrera dura me había vuelto a pasar lo mismo que en Berlín el tiempo me había jugado una mala pasada y volvía a realizar una maratón con calor. Ya dije que el tiempo que te toque es algo que debes dejar al azar.
Me levante a las 7:15 para vestirme y bajar a desayunar, no tenía excesiva prisa ya que la salida estaba al lado del hotel. A eso de las 8:40 ya estaba allí, debíamos de ser 8.000 personas y aun con esa cantidad era la maratón con menor afluencia de las que he realizado. Me despido de mis acompañantes, me dispongo en mi cajón de salida y espero a que de el pistoletazo de salida. La salida fue rápida y ordenada para los muchos que éramos, a eso de las 9:07 ya estaba pasando el arco de salida. Los primeros 3 kilómetros serían un ida y vuelta para pasar por el Puente Cech y de ahí al Puente Carlos, el punto más representativo de la ciudad lo cruzamos pronto imagino que para dejarlo libre a los turistas y no tenerlo cerrado medio día. Del kilómetro 3 al 12 pasaríamos al lado del Moldava por una carretera, en este momento me desesperé en parte porque llegué al kilómetro 5 y ni rastro del avituallamiento, hasta que llegamos al kilómetro 7 no dimos con el mismo. Las zonas por las que pasamos eran Maniny e Invalidovna, lugares que me dejaron frío ya que eran distritos casi industriales y con casas grises ,no imagine que tan cerca del centro tan pintoresco me encontrase con una zona así, esto era como pasar de Sol a un distrito poligonero en apenas 3 kilómetros, la animación era inexistente. Después de un ida y vuelta al lado del Moldava y de pasar un túnel llegamos a la Ciudad Vieja de nuevo, paso el kilómetro 13 viendo a mis padres y les grito un "voy bien". En el kilómetro 14 paso al lado de la Torre de la Pólvora pasando una zona adoquinada que era corta, para llegar al 15 y 16 que sería un ida y venida por los puentes de Jiraskuv y Palackeho, todo esto pasando al lado de la casa Danzante. Al llegar al 17 me meto e un ida y vuelta tonto de 2 kilómetros por los alrededores de Vysehrad. Al salir de este ida y venida me coloco en el kilómetro 20 casi, todo ello para pasar la media, en este momento había varias personas esperando a coger el relevo, ya que había una modalidad de carrera que era 21+21, en este momento era importante no dejarse llevar por algunos participantes que salían frescos a correr.
A estas alturas notaba que algo no iba bien del todo y efectivamente a partir del kilómetro 22 ya no voy bien, me estaba pasando lo mismo que en Berlín solo que sin calor húmedo y con un circuito algo más duro. Llego al puente Palackeho alternando correr con andar, me coloqué en el kilómetro 26 y aquí es donde está la parte que termino de rematarme, del 26 al 30 pasaríamos por una avenida muy larga que era ida y vuelta, el sol estaba en su punto álgido, no había sombra por ningún lado, era una zona sin nada (literal) no había vida de ningún tipo alrededor, solamente los corredores y los del avituallamiento en el kilómetro 28. Se me hizo horriblemente eterna entre la aridez y el calor parecía que andaba por el desierto, tal era mi sufrimiento que hasta me preguntaron si iba bien. Llego al kilómetro 30 más andando que corriendo, y todavía quedaba 12 kilómetros, este sufrimiento era insoportable, el Sol estaba en su punto más alto, hacía calor, los avituallamientos eran demasiado pobres, no había animación y usé unas zapatillas que no eran ni medio adecuadas las cuales no volvería a usar ,fueron las que me dieron en la Feria de la Ponle Freno. El tipo de zapatillas a usar después de esta experiencia sería más concienzudo y no volvería a fiarme de las de promoción o muy baratas porque lo barato termina saliendo caro.
Del kilómetro 30 al 33 fue pasar por donde habíamos venido pasando el puente Strelecky, que pasaba por una isla vistosa. Desde el 33 hasta el final tendríamos que repetir el mismo recorrido del 3 al 12 lo cual era de pereza infinita porque era pasar por esa zona que era triste y gris, este tramo fue desastroso caí casi a 7 minutos el kilómetro, vamos que lo hice andando. Cuando quedaban 2 kilómetros para llegar a meta intenté correr pero el cuerpo se frenaba, me estaba pasando lo mismo que en Roma. Total: entre en meta sin motivación alguna por haber terminado más con sensación de derrota y cansancio que otra cosa, primero Berlín y ahora Praga, pero esta vez con un patético 4:51:35. Lo único que me motivo fue encontrarme con mis padres al final, no lo iba a negar fue una maratón difícil en la cual tenía altas expectativas y fue un poco fiasco. Praga era una ciudad muy bonita su maratón no tanto, pero terminé que era lo importante. Después me dirigí al hotel que menos mal que estaba cerca me duche me cambié y fuimos comer. A eso de las 16:00 fuimos al aeropuerto que nuestro vuelo salía a las 17:30 y hacía escala en Munich para llegar a Madrid a las 21:00. Decir que me quedé con ganas de conocer y disfrutar más Praga y que la experiencia con su maratón no fue buena, compensaba más hacer la media, ya que el recorrido de la maratón era 2 vueltas a parte del circuito. Esta vez temía por la maratón de Londres, no quería repetir la experiencia de Berlín ni la de esta carrera, tenía que tomarme la maratón más en serio y no perderla el respeto. Aun así, tocaba continuar.

Mi sufrida carrera