El 12 de mayo ya recuperado completamente de la garganta y pudiendo volver a entrenar puse rumbo de nuevo a tierras vascas para enfrentarme a otra carrera, esta vez sería en Vitoria Gasteiz ciudad que aun no había visitado. Este fue un factor determinante para ir, el hecho de no conocer la ciudad es lo que más me animó a visitarla.
Los acompañante serían los mismos de la media de Málaga: familiares. Salimos de mañana el 11 de mayo, el recorrido no sería muy largo: 363 kilómetros el viaje no sería tan pesado como el de Málaga. Al llegar lo primero es recoger el dorsal en un centro comercial de la periferia al cual llegar no resultó difícil, solo había dos stands con lo cual no era ni feria ni nada, repartían los dorsales como si de una carrera popular se tratase.
Como dato os diré que Euskadi NO es barato, el hotel donde nos alojamos: NH de Vitoria nos salió dos habitaciones una noche por 400 y poco, lo cual me pareció un precio muy alto. De los restaurantes podría decir lo mismo, esto depende de a cual vayas. La ciudad en sí me pareció muy acogedora, tenía muchas zonas arboladas, bulevares y parques. Turísticamente te la puedes ver en medio día fácilmente pero tiene una calidad de vida buenísima: si te gusta correr este sitio es una delicia. El casco histórico es pequeño y no es el más pintoresco de los que he visto pero es bastante correcto, por esta zona vi parte del montaje de la carrera de mañana, un tramo de la carrera discurriría por esta zona. Como pega diré que para una persona joven puede ser algo aburrida: las ofertas de ocio son limitadas.
Pasamos un día muy tranquilo: comer, pasear, tomar algo en una terraza, descansar en el hotel, cenar fuera y tomar una copa antes de irnos a dormir. No puedo contar grandes cosas de este día fue un día sencillo y tranquilo, la ciudad invitaba a la tranquilidad y nosotros nos dejamos llevar.
Domingo 12 de mayo
La carrera daría comienzo a las 9:00 al lado del Estadio Mendizorroza, nos levantamos a las 7:00, desayunamos y salimos. Llegar hasta allí supuso 20 minutos de caminata desde el hotel lo cual me vino bien para calentar y para activar las piernas, una vez llegamos la espera fue de 10 minutos hasta que dio comienzo la carrera. Saldríamos a la vez tres distancias: 10 kilómetros, 21 kilómetros y 42 kilómetros. La salida fue limpia y no hubo incidentes de ningún tipo, había bastante gente y me las arreglé como pude para coger un ritmo en el que estuviese cómodo. Iríamos por avenidas muy largas y rectilíneas durante casi toda la carrera, este tipo de recorridos no es de mis preferidos ,lo bueno es que el tiempo era muy óptimo y correr por zonas verdes era un plus.
Los primeros 5 kilómetros los casco sin problemas manteniendo un ritmo acorde. El segundo parcial se complica un poco ya que hay alguna cuesta que pica y es ida y venida por una zona de edificios desangelada. Llego al kilómetro 10 bastante bien pero no se porqué un poco desilusionado, igual me esperaba más de esta carrera.
El tercer parcial pasaríamos por una avenida muy larga la cual se hizo algo pesada pero era completamente llana y como único repecho solo había un túnel llegué a una rotonda donde el recorrido de los de 21 y 42 kilómetros se dividía. Agradecí no hacer los 42 el recorrido me estaba resultando plomizo.
El cuarto parcial nos hacía pasar al lado del casco viejo y por más avenidas largas, todo esto para volver al Estadio Mendizorroza, este último parcial lo hice sin complicaciones, la sorpresa vino cuando al final de la carrera y llegando a meta me fije que la adelantaron 300 metros, lo cual me sorprendió porque cuando imaginé haber terminado al pasar el primer arco todavía tenía que tomar otra curva que me llevaría a meta. Tampoco me supuso un gran esfuerzo.
Recta final
Al terminar la carrera tomé el correspondiente avituallamiento de llegada con la medalla. Mi conclusión de esta carrera es que fue un sin más, el hecho de correr por zonas tan arboladas y ajardinadas pensé que le daría más encanto pero fue demasiado árido. La organización y los servicios habían sido muy correctos, pero me pareció una carrera fría y distante por correr por avenidas muy largas y sin ánimo del público en ningún momento ni siquiera en la llegada. La altimetría era llana pero tenía sus repechos me recordó mucho a la que hice en Oporto en cuanto a ese aspecto.
Cuarta media del 2019 completada
Una vez terminada la carrera volvimos al hotel: ducha, cambiarme y a coger el coche dirección a Madrid. Mientras esperaba al coche vi como en una calle a lo lejos pasaban algunos que estaban haciendo el maratón, ya se me hizo árida la media la completa hubiese sido el acabose.
Antes de llegar a Madrid comimos en Aranda del Duero, si se pasa por aquí recomiendo especialmente Casa Florencio y tomar vino y cordero, una completa delicia.
Llegué a Madrid de tarde con una anécdota más y otro logro, ya había cumplido mi cupo de medias, tocaba poner los ojos en el gran reto del año: LA MARATÓN DE CHICAGO.
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