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jueves, 1 de junio de 2023

MARATÓN DE CHICAGO 2019

 Esta será probablemente la crónica más larga hasta ahora y la que más me motive escribir. Hacer la maratón de Chicago marcó un antes y un después en mi como corredor, esto significaría llevar el running al alto nivel y a mi gran aventura por conseguir las Six Marathon Majors: Chicago, Berlín, Tokio, Boston, Londres y Nueva York. Me decanté por Chicago para empezar porque era una ciudad la cual no he visitado nunca, la tenía ganas y mis padres habían estado hablándome muy bien de ella, además el circuito era llano con pocos repechos. Contacte con Marathinez para ir a la misma, podría haber participado en el sorteo, pero me puede la impaciencia y no soy de dejar que el azar y el destino decidan.

Este viaje lo realizaría por mi cuenta sin acompañantes más allá de la gente que también iba conmigo en este tour, el hecho de viajar tan lejos solo es algo que impone bastante. No os voy a engañar la vía del tour operador a pesar de ser la más cómoda es la más cara, aun así sin tour operador te va a salir caro igualmente. Entre lo caro y lento y lo muy caro y rápido opté por lo segundo, al menos me lo podía permitir. 

Iba en bastante buena forma motivado por un par de acontecimientos: mi logro en Valladolid y el hecho de que haría mi primera major, todo esto unido a poder visitar una ciudad nueva. Organicé el equipaje lo mejor que pude, me aseguré varias veces de tener la documentación y revisé todo. Estaba listo para esta gran aventura.

Jueves 10 de octubre

Me despierto a las 6 de la mañana para dirigirme al aeropuerto Adolfo Suarez y reunirme a las 8 con todos allí. Realizaríamos el check in y esperaríamos hasta las 11:50 a que saliese el vuelo que nos llevaría directamente a Chicago. En el momento en el que estaba en la cola empecé a hablar con los que iban delante de mi eran una familia (padre, madre e hijo) que iba a Chicago también con el mismo operador y el padre iba a realizar la maratón. Al terminar de hacer el chek in estuve con esta familia hasta que llegamos a la estación satélite que es donde saldría el vuelo.

Estuvimos esperando cerca de la puerta de embarque en una cafetería, donde tomamos algo y me iban contando su vida,  el padre ya llevaba realizadas las major de Nueva York, Boston y Berlín,  Chicago sería su cuarta. Me sentía un minimundi al lado de muchos corredores los cuales llevaban 2 o 3 promedio y esta era mi primera pero por algo se empieza. Llevaba todo listo para mi viaje de casi 10 horas, en el cual me senté al lado de uno de los organizadores del tour, muy majo.

El vuelo no me ponía nervioso había viajado más veces a lugares muy lejanos, las 10 horas de viaje las pasé como pude: lectura, películas, charlar, juegos,... Para viajes en avión tan largos hay que tener una estrategia para pasar el rato y no ponerse nervioso sino puede llegar a ser muy frustrante.

Llegamos a las 14:15 hora local al aeropuerto de O`Hare, después de un buen rato rodando en la pista desembarcamos en una terminal. Llegamos a la cola para pasar el control de aduana, pasaporte en mano y a esperar, en la cola me encuentro con uno de mis compañeros de oficina al cual habré visto unas pocas veces pero nos reconocimos, él también iba a realizar la maratón. Después de pasar el control de aduanas estuve hablando con varios corredores y cada uno me estuvo contando de sus peripecias a cada cual mayor.

La organización encargó un autobús que nos dejaría delante del hotel de Chicago: AC Marriott Downtown muy bien ubicado respecto de la salida y llegada de la carrera, el aeropuerto estaba a 30 kilómetros de la ciudad. En el viaje en bus la persona que iba conmigo al lado le dio un bajón y se desmayó en el momento, todo quedo en un susto. Una vez llegado al hotel y realizado el check in dejo el equipaje en la habitación, durante esta noche compartiría habitación con la persona que me acompañó durante todo el vuelo y mañana sería otra persona. 

Serían las 19:00 allí, ya era de noche y salí únicamente a pasear un poco y a cenar. El jet lag me estaba matando, y a las 20:00 hora local eran como las 5:00 en mi cuerpo, nada más terminar de cenar a la habitación y a dormir que mañana iba a ser un día largo.

Viernes 11 de octubre

Me levanté a las 8, puede parecer temprano pero teniendo en cuenta que estaba en la cama a las 21:00, estuve durmiendo 11 horas. Desayuné en el modesto buffet del hotel, nada más terminar fui a dar un paseo para reconocer la zona fijándome en la zona de salida y llegada ubicada en Millenium Park, el día era plomizo y lluvioso. Chicago sin ser Nueva York es imponente, visto desde DuSable Bridge uno se va haciendo la idea de lo pequeño que se siente. Cuando llegué a Millenium Park me cruce con varios corredores entrenando de muy diversos países cada uno en su grupo, era como ver equipos de las Olimpiadas. 






                    Un día pasado por agua pero se aprecia lo impresionante que es

Eché la mañana andando Millenium Park y alrededores, comí y después me dirigí al hotel que habíamos quedado todos los del tour operador para ir a por el dorsal a la feria del corredor ubicada en McCormick Place, el lugar era un centro de ferias y exposiciones, llegamos hasta allí en autobús, al llegar me encuentro una feria enorme y muy bien equipada donde para conseguir el dorsal asignado debes pasar por dos controles, aquí no se andan con tonterías en cuanto a seguridad y al ser una major aun menos. Después de recoger el dorsal de forma muy rápida, doy una vuelta por la feria para reconocerla y bichear, la feria era enorme pero no era tan surtida y rica como la de Roma, estaba más enfocada a merchandaising de la propia carrera y a muchos productos deportivos locales. Quise comprar una camiseta térmica para correr pero debido a la cantidad de gente que había desistí, lo que pude es sacar las fotos reglamentarias del momento, quería inmortalizar bien mi presencia en la primera major.



                                                            En la feria

Eché casi dos horas por la feria, después volví al hotel, había dejado de llover y me dispuse a ir a Navy Pier, un muelle que tampoco tiene nada de interés pero desde el cual se puede ver un skyline muy decente de Chicago, tomé una cerveza allí, saqué fotos y de vuelta pillé comida para cenar en la habitación. Llegué cansado, había pateado mucho la ciudad y mi primer contacto con la ciudad había sido positivo. Después de cenar a dormir.


                                                        Desde Navy Pear

Sábado 12 de octubre

Me levanté a las 8 de la mañana el día era radiante pero hacía frío, desayuné tranquilamente y me fui a pasear por Chicago para reconocer aun más la ciudad, vi a gente que volvía de Millenium Park con una medalla, era la carrera de 5 kilómetros que se hacía el día previo de la maratón. Aproveché para  comprar un chaleco sin mangas el cual me vendría bien de cara a la carrera. A las 11:30 teníamos una excursión en barco que recorrería parte del río Chicago, este río fue modificado artificialmente para que pasase por el centro de la ciudad, creo que se realizó esta obra por temas de higiene, este río hasta hace no mucho (década de los 80) era un rio pestilente, en los 90 se realizó una limpieza profunda. Cuando fui al punto de reunión me encontré con la familia con la cual me crucé el jueves, estuvimos contándonos de nuestra experiencia en la ciudad. La excursión pasaba entre los imponentes edificios de Chicago, lo cual sorprendía aun más, no puedes evitar comparar esta ciudad con Nueva York solo que Chicago era mucho más pequeña y limpia. El recorrido era simple pero disfruté mucho de la excursión.




                                                Paseo por el río, hacía fresquete

Al terminar la misma fui a comer y en compañía de la misma familia la cual me estuvo contando de todo un poco, quedamos para cenar el lunes. Después al hotel a descansar, quedaban menos de 12 horas para el maratón, nada de caminatas ni de sobresfuerzos, como mucho salí a dar un pequeño paseo por Millenium Park, me tomé una última cerveza, compré algo para cenar y al hotel. Dispongo lo necesario para la batalla con cierta duda porque no sabía si me estaba pasando de capas de ropa sabía que haría frío, ahora solo había que descansar bien porque mañana era el día D.

Domingo 13 de octubre

Tocaba madrugón gordo, a las 5 de la mañana el cual no me costó mucho, el jet lag unido a que dormí pronto me vino muy bien. De primeras las sensaciones eran muy buenas, el desayuno fue correcto y llevaba todo encima, la carrera empezaría a las 8:30, mejor, antes empiezas antes terminas, me cansa mucho tener que empezar tarde. 

La organización nos llevó en bus hasta la zona de salida o esa era la idea, la verdad que no entendí la necesidad del bus porque la línea de salida estaba a 1 kilómetro escaso del hotel. Lo que nos pasó a continuación hizo que pasase un mal rato y que mandase al carajo mi buen comienzo de día, resulta que nos pararon a 500 metros del punto donde el bus debía dejarnos, alegando que no se podía pasar, había que dar un rodeo al parque, con lo cual el conductor al intentar darlo nos saca por una carretera que nos manda casi fuera de Chicago, quedaban 30 min para el comienzo de la carrera, las caras de todos los presentes en el bus eran un poema. Habíamos llegado hasta aquí para perdernos la condenada carrera por no llegar a tiempo, eso es lo que se nos pasó por la mente. Finalmente llegó a un punto lo más cercano de la zona de salida el cual estaría  a 1 kilómetro de Millenium Park, quedaban 20 min, ni nos lo pensamos salimos corriendo a la zona de salida, la verdad es que como calentamiento nos vino bien. Al llegar vemos un gran control de seguridad, el cual tenía pinta de caótico, pero funcionaba sorprendentemente bien, dejo mis pertenencias en guardarropa y llego a mi cajón de salida. Ahora lo que me incomoda es el hecho de que igual llevaba demasiadas capas de ropa encima con lo cual procedí a quitarme una la cual tiré en un contenedor de ropa que habían habilitado en varios puntos dela salida. 

A los 5 minutos de que llegase a mi cajón, momento culmen: suena el himno de EEUU silencio sepulcral, obviamente por mi sordera no escuché el himno pero me bastaba ver la cara de los presentes para saber que algo pasaba y como en las major en EEUU que suene el himno es tradición pues deduje lo que ocurría. 

Pistoletazo de salida, llegó el momento, ahí estaba mi primera major esperándome, después de andar un buen rato cruzo el arco de salida y a correr. Los primeros kilómetros serían de coger un buen ritmo y a partir de ahí mantenerlo, al ser llana la carrera no tendría problemas. Aquí todo estaba en millas lo cual era mi primer contacto con una carrera donde se marcaba de esta forma, no pensé mucho en ello, solo me preocupé de correr. Los primeros 5 kilómetros los hago cómodamente pasamos por Grand Avenue y The Loop, aquí mi única preocupación es no perderme ni un solo detalle de la carrera pasando entre los imponentes edificios, después llego a una recta MUY larga la cual nos lleva al norte pasando por Old Town y Lincoln Park es tan larga que se come casi 2 parciales de 5 kilómetros de la carrera, pero es un tramo completamente llano y perfecto para alcanzar velocidad punta, aquí intentaba no dejarme llevar por los corredores ni por la facilidad del recorrido. Ahora entiendo porque Chicago es perfecta para marca y no es de extrañar, esta recta larga se repite para volver y a lo tonto estamos hablando de 16-17 kilómetros entre ida y vuelta. No conté los kilómetros me limité a mantener mi ritmo el cual no era malo (5:30 min/km) y a disfrutar del espectáculo que me ofrecía conocer una nueva ciudad, la ambientación no me pareció mala pero tampoco destacable. Cuando toca dar la vuelta en Wrigleyville,  paso por zonas ajardinadas y muy bien cuidadas, se trataba de un vecindario de Chicago el cual tenía pinta de acogedor, había gente por la calle y en los parques con sus sillas plegables viendo la carrera y animando. Llevaría ya 11 kilómetros encima, la sensaciones eran buenas y el ritmo no decaía, lo malo es que había que volver a hacerse la recta que realicé antes. Paso por Boystown, Lake View, Lincoln Park y Oldtown eran zonas bastante acogedoras pero algo frías en cuanto a animación, mi ritmo era el de que comencé: 5:30min/km. 

Al llegar a West Loop (el final de la larga recta de vuelta) noto que estoy algo mermado, no me lo explicaba había pasado por la medio maratón y mis peores temores se confirman, tarde o temprano tendría que andar, a paso acelerado pero a andar, al pasar la media mi ritmo cae a 5:40 min /km, repetir la gesta de Valencia aquí no iba a ser posible. Consigo llegar corriendo al kilómetro 25 que era un punto el cual daba media vuelta y pasaba al lado de la Universidad de Chicago, aquí empiezo a alternar correr con andar rápido. Mi ritmo cayó a 6 min/km, pasé al lado de Greektown, Little Italy y Pilsen barrios multiculturales con aspecto de encantadores y que disfruté lo que pude. Al llegar a Chinatown me encuentro una grandísima cantidad de gente animando y varios puestos de auxilio con Reflex para los corredores, calculo que estaría en el kilómetro 31-32, los 3 kilómetros siguientes discurrirían por una zona que era un poco fea, tenía pinta de polígono industrial, continuo alternando andar con correr. En el kilómetro 35 ya se empieza a notar más ambiente y avituallamientos, hay gente que ofrece bebidas y snacks a corredores, lo cual es nuevo para mi en ninguna carrera he visto tanta entrega del público. Desde el 35 hasta el final mi ritmo es desastroso 6:30 min/km, más andar rápido que correr, en estos últimos kilómetros el sol lucía en todo su esplendor pero sin calor lo cual es de agradecer, la carrera termina con una larga recta hasta Millenium Park pasando por zonas verdes, cuando quedaban 2-3 kilómetros para llegar la animación se desboca y aquello se convierte en una fiesta de 2 kilómetros, mis piernas no daban para mucho pero la animación ayudaba, doblamos a la derecha una pequeña subida y al doblar a la izquierda ahí está la llegada de mi primera major, saco fuerzas de donde quedan, esprinto y entro en meta sin nadie alrededor mío lo cual hace que lo disfrute aun más. No me lo podía creer había hecho algo grande, había hecho mi primera major, había empezado lo que me propuse y noté que era posible. 



                                                Mi primera major💪💪💪

Cojo mi medalla, fotos para el recuerdo, avituallamiento, cerveza de cortesía, la bolsa de ropa que dejé y me siento tranquilamente en el césped a degustar y disfrutar el momento que realmente había merecido la pena. Volví al hotel donde me cambié fui a la piscina climatizada y me relajé como nunca en el agua, después a comer aunque mi estomago no admitiese comida pero había que comer, lo hice en un mexicano en frente del hotel el cual tenía porciones más que generosas y estaba muy bueno. Al salir directo al hotel y a descansar el resto del día. Salí a dar un pequeño paseo de tarde para terminar en frente de The Chicago Theatre y sacarme las fotos reglamentarias en frente de este icónico lugar, cené los restos que deje de la comida y que había pedido para llevar. Ahora tocaba descansar, me lo había ganado.


                                                    The Chicago Theatre

Lunes 14 de octubre

Con la obligación del maratón ya quitada, podía hacer turismo por Chicago más tranquilamente, empezaría viendo la Torre Hancock en la cual cuando entré no había casi gente lo cual puede disfrutar de aquello casi vacío, arriba del todo comprobé que Chicago no era tan grande como parecía, se podía divisar los límites de la ciudad. Echo mis fotos, gozo de las vistas y para la Torre Willis.




                                            Vistas desde la torre Hancock

De camino pude pasar por el lugar donde se rodó una famosa escena de pelea entre Batman y el Joker, no soy especialmente fan de Batman pero la trilogía de Cristopher Nolan esta muy bien realizada. Entrar en la Torre Willis fue un suplicio de la cantidad de gente que había, tuve que esperar una larga cola y cuando llegué arriba estaba muy lleno de gente, no pude disfrutar tanto de las vistas aguanté 15-20 min y me volví abajo. Buscando un sitio para comer di con otro icónico lugar: el comienzo de la ruta 66, la cual no me importaría hacerla pero en un futuro muy futuro. El resto del día pasó con mucha calma y tranquilidad fui testigo de como celebraban el Columbus Day era una festividad que no se celebraba con tanto entusiasmo como el Día de San Patricio en el cual coloreaban el rio de Chicago de color verde, a mi no me suena muy higiénico...




                                                    Vistas desde la torre Willis

Cuando llega la noche quedo para cenar con la familia con la cual me encontré, les invito a cenar y pasamos una agradable velada a la vez que me cuento con el padre las peripecias de la maratón. Terminamos a las 22:30 que aquí es una hora decente pero allí las calles están muertas y es como en España las 3 o 4 de la mañana.

Martes 15 de octubre

Este día iba a ser el de vuelta me levanto a las 8:30, desayuno recojo todo mi equipaje y lo dejo guardado en recepción, salgo a sacar las últimas fotos desde el DuSable Bridge, doy una última vuelta por Millenium Park y me siento en un banco a contemplar Chicago por última vez. Me apenaba que esta grandísima experiencia se terminara, pero las obligaciones me llamaban, salimos al aeropuerto a eso de las 11:30 para llegar a las 12:00, hacemos check in y pasamos controles, como algo y a las 17:00 embarcamos, me esperaba otro viaje de vuelta de casi 10 horas el cual se me pasó más rápido que el de ida. Al llegar a España a las 8 de la mañana respiro aliviado, aquí estaba en casa con otro gran logro y una gran aventura que viví. Todo había merecido la pena😄


                                                    

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