El día 21 de abril, 2 semanas después del medio maratón de Madrid me esperaba esta prueba de 10 km en el barrio de Las Tablas donde solo corrí una vez y fue hace unos años. No recuerdo que fuese una prueba fácil ya que era un constante sube y baja.
La recogida de dorsales fue en una parroquia de Las Tablas, y más en concreto en la parte de carga y descarga. Recoger el dorsal no supuso complicación, por la cantidad de dorsales que tenían supuse que no participábamos muchos. La bolsa del corredor muy completa lo cual es de agradecer por el precio pagado.
Todavía estaba algo “tocado” de la media realizada hace dos semanas porque a parte de ser durilla metí algo de caña y eso se tradujo en que la semana siguiente no estaba a pleno rendimiento, la semana de la carrera me estaba recuperando pero no me encontraba plenamente recuperado.
El día de la carrera viene la primera sorpresa, me despierto a las 8:05 y la prueba da comienzo a las 9:00, obviamente todo fueron prisas, el desayuno muy simple: café y mandarina. Al final llegué a tiempo a las Tablas para disponerme en salida que a la vez sería llegada. Esta estaba equidistante entre la parroquia donde se realizó la recogida y los edificios de Telefónica. Debíamos de ser 500 personas entre carrera de 5 km, 10 km y marcha familiar (2,5km).
La salida da comienzo a las 9;00 después de una cuenta atrás, aquí la salida era demasiado estrecha y se formó una especie de embudo, después de 1 min de empezar consigo salir.
Íbamos juntos la marcha familiar, los de 5 km y 10 km. Esto hizo que tuviese que esquivar a bastantes críos con sus padres, por si fuese poco la carrera a los 200 metros giraba a la derecha para ponernos en una cuesta seria. Acabábamos de empezar y había cuesta, lo cual es algo que merma mucho si no te lo tomas con calma, así que primer kilómetro con calma.
Después de pasar el “bache” nos tocaban otros dos kilómetros de un poco de subida, algo de llano y sobre todo bajada. En el kilómetro 2 hay un desvío para la marcha familiar así que es un alivio por no andar adelantando a familias que iban a ritmo irregular.
Al llegar al kilómetro 3,5 hacemos una especie de semicircunferencia para volver a la zona de salida a partir de aquí comienza una subida constante aunque no excesivamente dura. A la altura del kilómetro 4,5 los de 5 km se desvían a la izquierda en dirección a la meta los de 10 kilómetros nos dirigimos a los edificios de Telefónica donde tendremos que rodearlos y volver. Todo este ida y vuelta son 2 kilómetros los cuales se me pasan rápido y cuando me quiero dar cuenta estoy en el kilómetro 7, mi ritmo era calmado pero constante con tanta cuesta mejor no venirse arriba. Tuve algo de flato en el kilómetro 4 pero nada preocupante.
Del 7 al 8 nos espera una cuesta algo seria que mejor tomarse con calma el hecho de que fuese la última y que solo quedasen 2 kilómetros me animo. Los últimos 2 kilómetros fueron en bajada-llano, había bastante animación sobre todo en la parte donde estaba la llegada por la cual tuvimos que pasar al lado cuando quedaba 1 kilómetro.
En la recta final
El servicio post carrera fue muy bueno y con un avituallamiento completo y variado: agua, plátanos, Powerade, piña, sandía, naranja,.., una carrera que si se mantiene de esta forma no me importaría repetir, hacen valer el precio de la inscripción (15 euros) .
Hasta finales de mayo no habría otra carrera así que a tomárselo con serenidad para el segundo gran reto del año: los 30 kilómetros de Budapest en octubre.
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