Mi primera medio maratón del 2015, que decir de París creo que sobran las palabras, de Lisboa ya di explicaciones del porqué visitarla, creo que para París sobran. Plantarme en una gran capital europea para correr me generaba un enorme placer, este viaje de corredor lo haría en familia en un fin de semana, sé que París en un fin de semana no se puede ver ni la mitad pero como digo.. esto está cerca se puede volver más veces, no es tan barato como Lisboa pero se puede volver.
Salimos del aeropuerto de Barajas a eso de las 17:00 para llegar a París a las 19:30 hora local, el viaje desde el aeropuerto al hotel lo hacemos en transporte privado, nos alojaremos en un sitio cerca de Notre Dame, fuimos a un muy acogedor restaurante cerca del hotel donde nos pusieron un bacalao exquisito, tengo guardado este restaurante en mi lista de Google.
Después a dar un paseo por las orillas del Sena con Notre Dame bien cerca, una gozada la verdad, nos echamos unas fotos y de vuelta a la habitación.
Sábado 7 de marzo
Nos levantamos tranquilamente y nos dirigimos a por el dorsal ubicado en la feria del corredor en Bois de Vincennes, para llegar hasta este pintoresco parque hay que ir en metro el cual cogemos y la parada nos deja bien cerca de la feria del corredor. Un apunte para todo aquel que quiera correr en Francia: necesitas de un certificado médico que corrobore que estás en perfectas condiciones de realizar la prueba deportiva a la que te vas a someter.
Después de recoger el dorsal con algún pequeño incidente... se ve que me falto llevar conmigo un documento que indicaba mi número de dorsal, y ya eran bastantes los que me pedían con las prisas y los nervios se me olvido el más obvio.
Pero ya con el dorsal en mi poder solo nos quedaba visitar París o hasta donde pudiésemos, obviamente la Torre Eiffel, Notre Dame, los Campos Elíseos, Plaza de la Concordia, el Louvre y el Arco de Triunfo eran un must. No nos dio tiempo a ver la Tumba de Napoleón por poco, el mausoleo donde estaba enterrado cerró 15 min antes de que llegásemos... una pena. Después de echar un día de paseo y turismo por París volvimos al hotel para cenar en un restaurante suizo, después paseo corto al lado del Sena y a dormir. Si es que uno de los encantos de París es poder pasearla tranquilamente mientras te sumerges en tus pensamientos. Ese día había caminado bastante cosa que en un previo de una carrera no se debe de hacer, pero en ese momento me dio igual, estaba en París.
Mi dorsal y la torre Eiffel de fondo
Domingo 8 de marzo
Llego el gran día, la salida estaba ubicada en el mismo sitio donde recogí el dorsal ayer: en el Bois de Vincennes. Al cual tenemos que llegar en metro, de otra manera era difícil, el vagón estaba atestado de corredores hay que tener en cuenta que esta carrera se hace en el este de París y no pasa por ningún lugar reseñable, pasa un poco cerca de Notre Dame pero no se ve lo suficientemente bien.
Por ese lado me sentí un poco tibio pero esta sensación se diluiría una vez empezase la carrera. Éramos 10.000 corredores y el ambiente era animado, había bailes en directo y música. Una vez da comienzo la carrera algo sucedió... me deje llevar no conté los kilómetros no me preocupé del tiempo simplemente corrí y me dejé llevar, iba corriendo por calles a lo tonto y con un público muy entregado a animar, me vine arriba y disfruté como un niño del ambiente. Entré en un estado en el que no me importó nada, solo disfrutar del recorrido a pesar de que como dije no pasaba por ningún punto reseñable, el circuito era llano con algún pequeño falso llano no me pareció duro en ningún momento. Solo recuerdo los 4-5 últimos kilómetros con alguna pequeña cuesta y con nadie animando, me sentí un poco decepcionado igual porque ya venía con la experiencia de los kilómetros previos y en los últimos no hay ese ambientazo. No obstante tampoco lo lamenté, terminé que es lo importante y lo mejor de todo me llevé una experiencia increíble. La llegada estaba ubicada en el mismo parque donde empezamos, después de caminar 1 kilómetro me reencontré con mi familia, hicimos fotos conté la increíble experiencia y de vuelta al hotel.
Una vez allí a cambiarme, a buscar un sitio para comer, último paseo por el Sena y al aeropuerto que tocaba volver. Fue un gran viaje y una experiencia asombrosa, me atrevería a decir que es la mejor media maratón que llevo hecha hasta ahora y actualmente llevo una cuantas hechas, algo asombroso pasó allí. Os recomiendo 100 % hacer esta carrera yo no la volveré a hacer porque el primer recuerdo que tengo de esta carrera es tan bueno que el hecho de volver a hacerla "empañaría" el primer recuerdo y es una experiencia que quiero que quede intacta.
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